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jueves, 17 de diciembre de 2015

6.- JOSÉ RODRÍGUEZ DE LOSADA (EL RELOJERO)

           Hasta aquí hemos dado datos de los antecedentes familiares de José Rodríguez de Losada en Castroquilame y la unión de esta familia con la de Iruela. El que se desconozca que su abuela fuera de este pueblo se debe a que las publicaciones que se han hecho (y como hemos visto en las entradas anteriores) solamente citan  el expediente 1245,8 de la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería de Valladolid. Pero en ningún caso profundizan en este y menos aun descubren los otros expedientes de la misma Chancillería o de el Archivo Histórico Nacional. 
          José nace en Iruela y el  8 de mayo de 1797 es bautizado por el cura Don Miguel San Martín. Es hijo legítimo de Miguel Rodríguez y María Conejero . Sus abuelos paternos Thomás Rodríguez y María Álvarez y maternos Juan Conejero y Ana Zamorano, vecinos de Iruela; y actuaron de Padrinos en la ceremonia Don Josef Calbete, presbítero, vecino de Villariño y Ángela Carbajo, vecina de Iruela a quienes el cura oficiante advirtió de su obligación y parentesco espiritual para con el recién nacido.(1)

1 Archivo Parroquiql de Iruela. Libro de Bautismos (1753-1852), pag. 92. Recogido del libro de Luis Alonso Luengo "El Reloj de la Puerta del Sol" pag. 23.

                
        Sobre la infancia de José se han escrito diferentes historias, creo que con poco fundamento e inventadas la mayor parte de ellas. La familia de Castroquilame y por transmisión oral siempre contó una historia diferente a las publicadas. Yo me inclino por que esta es la verdadera, pero entiendo  también que en casi doscientos años y cinco generaciones, lo que a mi se me cuenta puede ser algo subjetivo. No obstante, hay otros datos que se transmiten de la misma forma y que después de investigarlos resultan ser ciertos y avalados por archivos históricos como la Real Chancillería de Valladolid o el Archivo histórico Nacional, como ya vengo demostrando en las entradas anteriores.
Su abuela, que es de Castroquilame, termina sus días en este, ya que había muerto su marido Thomás y vuelve  a su casa natal en compañía de su hermano José y de su hijo Baltasar, hermano a su vez del padre de J.R. Aquí como demostraré mas adelante se esconde una historia algo peculiar y que dará pie a que el joven José que pasará una temporada en esta casa la abandone de una manera algo extraña. La abuela María en complicidad con su hermano José y su hijo Baltasar deja Iruela donde ha vivido con su marido y sus hijos y regresa a su casa de origen en Castroquilame, su hermano es el último Álvarez de Losada y no tiene descendencia. En este caso la heredera sería María o en su defecto sus hijos. Pero y mediante un arreglo, no se si muy decente (aunque si parece legal) el heredero es su hijo Baltasar, hay un documento (que mostraré) en que ella renuncia a la herencia en favor de este.
Como veíamos en la primera entrada Miguel, el padre del Relojero Losada tenía como hermanos a Juan (en el priorato de Cerecinos), Marcelo (casado y residente también en Cerecinos), Alonso y Manuel de los que no sabemos nada, posiblemente alguna hermana y Baltasar del que vamos a hablar ahora.

           Es natural de Iruela y son sus padres Tomás Rodríguez de Losada, de Iruela y María Álvarez de Losada de Castroquilame. En Castroquilame en este momento viven los hermanos de María, D. Pedro, presbítero y José que está casado con Dominga García y que no tienen descendencia.
El pueblo de Iruela está en las faldas del Monte Teleno y no muy distante de la comarca de la Maragatería, a unas pocas horas caminando o en caballería se llega a Pobladura de la Sierra o Quintanilla de Somoza y un poco mas distante está Santiago Millas, el principal pueblo arriero. Y es que Baltasar Rodríguez de Losada es arriero. La situación de una tierra inhóspita donde la actividad agraria es poco productiva y la existencia de varios hermanos en casa, empujaría a Baltasar a buscarse otra forma de vida. Posiblemente lo hiciera por cuenta de algún maragato en principio, aunque la tradición oral familiar lo sitúa de la década 1790-1800 como arriero por cuenta propia con varios mulos o machos.
             Los arrieros maragatos se hicieron muy famosos, traían y llevaban mercancías muy variadas: pescados, salazones, garbanzos y otras legumbres, aceite, jabón, vinos, pieles, correo, plata, sal, pimentón,…Sus rutas unían Galicia, Asturias y León con Madrid. Dormían en las posadas y comerciaban por los pueblos que pasaban. Otros transportaban mercancías ajenas, siendo preferidos por la garantía y seguridad que ofrecían sus envíos. A partir del siglo XVIII los negocios más importantes estuvieron relacionados con los servicios al estado conduciendo caudales y tabaco.
            A su paso por Castroquilame siempre se hospedaba en casa de sus tíos. Las veladas nocturnas, sobre todo en invierno, se alargaban varias horas por lo que a veces Baltasar se quedaba un día más; en estas hablaban de lo que pasaba en los pueblos que el arriero visitaba, de su madre y hermanos en Iruela, posiblemente su padre Tomás ya había muerto. También se quedaba en las ocasiones que había mucho trabajo y unas manos más eran bien venidas (matanzas, majas, vendimia, etc.). Así conoce Baltasar a Isabel García, sobrina política de su tío José, hija de un hermano de Dominga, su mujer.
Era Isabel mujer de tez blanca y poco ajada por los trabajos del campo, ya que su naturaleza enfermiza le impedía realizar lo que otras hacían con asiduidad. Las relaciones entre ambos son bien vistas por todos y así Baltasar e Isabel intiman y contraen matrimonio con la alegría y bendición de toda la familia. Por otra parte al carecer de herederos directos José y Dominga, de forma más o menos velada, se da por hecho que los sobrinos de ambos sean los herederos. Estos hechos ocurren en la década última del siglo XVIII, posiblemente al final de la misma. Hay documentos en 1802 en los que ya son matrimonio.
Las alegrías iniciales pronto se ven ensombrecidas por las frecuentes enfermedades de Isabel, su naturaleza débil hace que continuamente esté indispuesta. No se ve remedio a sus males, tampoco tiene descendencia y la alegría pronto se torna en tristeza. La salud de Isabel empeora rápidamente y fallece.
              Baltasar entristecido propone a sus tíos José y Pedro su vuelta a la vida de arriero y a su pueblo natal de Iruela. Pero durante el tiempo que ha durado el matrimonio ha demostrado ser un hombre de bien, trabajador y honrado, así que no solo no le dejan marchar sino que le instan a que busque otra mujer, se case y permanezca viviendo con ellos prometiéndole que será su heredero. Así que Baltasar acepta, y por acuerdo entre los presbíteros D. Pedro, su tío, y D. Salvador Anta, cura de Robledo, se casa con una sobrina de este último, llamada Teresa López. Eran estos naturales de la Portela de Aguiar.
Esto ocurre en un tiempo muy corto ya que si en 1802 Baltasar está casado con Isabel, en 1806 ya está viudo y en 1809 vuelve a estar casado con Teresa. De ésta dice la tradición que era moza joven y arrogante y que pronto tuvo descendencia con la consiguiente alegría de todos.
                  Baltasar sigue relacionado con su pueblo natal Iruela y lo visita con frecuencia, lo hace siempre durante el otoño para comprar algunos jatos en este y en otros pueblos, jatos que recriará durante el invierno y venderá a la primavera siguiente. Era costumbre en estos pueblos de montaña tener a los ganados durante el verano en las sierras, cuidados por los vaqueros o de vecera y deshacerse de ellos al comienzo del invierno a causa de la escasez de pastos por la nieve y el frío y también por carecer de reservas suficientes de hierba seca en los pajares.
                  Fue en uno de estos recorridos cuando Baltasar y su hermano Miguel acuerdan que José le acompañe y haga el oficio de pastor. Es un muchacho despierto y cumple adecuadamente con sus cometidos. Sin embargo no recibe ninguna remuneración por su trabajo. Los pastores o criados generalmente recibían de soldada ser calzados, vestidos y alimentados y algunos reales que se entregaban a sus padres. En este caso la tradición oral dice que los pocos reales que le correspondían se los daba Baltasar al padre de José. El joven no se encuentra a gusto con su situación, es inteligente y sabe que no tiene futuro.
              Un domingo, José ha salido con las cabras por el arroyo de Valdortos con el deber de guiarlas hasta la cumbre, pero las entretiene y hace tiempo, sin alejarse mucho. Espera a que las campanas toquen a misa, aguarda un rato más y cuando calcula que sus tíos ya están en la iglesia, se acerca sigiloso a casa, entra y sube al cuarto de D. Pedro, abre el escritorio y coge tres cajones, que junto con su contenido, saca rápidamente de la casa y los lleva hasta el Valío. Allí escondido y nervioso busca entre los papeles, lleva el tiempo suficiente en la casa para saber que allí se guarda el dinero, pero no hay nada, solo papeles. Desesperado, pisotea los cajones hasta destrozarlos y huye.

             La tradición oral sitúa al joven José, después de su huida, como aguador en Ponferrada. Subía por el Rañadero desde el río a la plaza de las Eras y se detenía a descansar y a observar a un relojero que existía en esta calle.
Después de ver al muchacho muchas veces observando su trabajo, un día el relojero se dirigió a él y en la conversación surgió que si le gustaría al aguador trabajar de ayudante del relojero, a lo que éste contestó que sí. Y parece que con gran aplicación, José aprendió el oficio. Se desconoce el tiempo que estuvo en Ponferrada, y se cuenta que se fue para incorporarse a filas. Aquí se pierde la historia hasta que un día José se embarca para Londres y allí se hace relojero famoso.
            Conocida su fama dos hijos de Baltasar, José y Benito deciden visitarle en Londres. Benito había estado estudiando para sacerdote y aunque decide abandonar en el último momento, con el consiguiente disgusto de su padre, tendría una formación que le permite hacer el viaje a Londres.
Ignoramos de qué forma hacen el viaje pero José y Benito se presentan en Londres ante el famoso relojero, su primo. Éste les recibe de píe y les pregunta qué les ha traído tan lejos, a lo que responden que han venido a verle. A esto José Rodríguez de Losada contesta, dándose la vuelta y mirando por la ventana, “de frente ya me habéis visto, ahora miradme de espaldas y adiós”.
                 Aquí aparece un enorme rencor y una falta absoluta de ganas de perdonar y nos preguntamos qué es lo que había pasado. Cuando José es pastor en casa de su tío, este ya tenía hijos y es probable que el trato a estos y al sobrino no fuera el mismo, sin embargo no parece suficiente este motivo. En el documento siguiente, escritura entre Baltasar y su madre, esta firma que renuncia a la herencia de sus hermanos D. Pedro y José y lo justifica por el dinero y las fincas que ya ha recibido para hacer frente a deudas contraídas por su marido Tomás. Aquí sí puede haber una explicación: Tomás muere joven y deja a sus hijos en una situación precaria, entre ellos a Miguel, el padre de José. Éste al vivir en Castroquilame, observa que la casa de su abuela está en muy buena posición, José se siente robado por su tío, ha conseguido desheredar a su padre y le ha privado a él de lo que su padre debía de haber recibido. Y esto no lo perdonará José jamás. Si Baltasar no hubiera intervenido con su matrimonio con Isabel García, la que heredaba era su abuela y por tanto su padre, que pasaba con toda seguridad por grandes estrecheces.
Como si no, se puede explicar este desprecio a su familia de un hombre que es el primer cronometrista de Inglaterra, proveedor de cronómetros para la Marina Española, persona desinteresada, que desea regalar un gran reloj que dé la hora a todos los españoles y construye el reloj de la Puerta del sol.
Como si no, puede actuar así este hombre del que el poeta José Zorrilla dice las maravillas que veremos en la entrega siguiente.

Veinticinco de agosto de 1.821
“En el lugar de el lugar de Castroquilame, a veinte y cinco días del mes de agosto de mil ochocientos veinte y uno, ante mi escribano de la villa de Ponferrada, en el que es comprendido este referido lugar, y testigos; pareció presente Dña. María Álvarez de Losada viuda que quedó de Dn. Thomás Rodríguez, vecino que fue del lugar de Iruela, y ella natural de este nominado lugar y residente en él, hija lexítima que quedó de Dn. Lorenzo Álvarez de Losada y de Francisca López Lastra, difuntos que también fueron de esta misma vecindad y dijo: que al fallecimiento de su difunto padre, quedó en la compañía de su madre y hermanos, Dn. Pedro y Dn. Josef, hasta que se verificó el matrimonio que deja referido, que pasó al enunciado pueblo de Iruela; y para soportar las cargas matrimoniales, y pagar algunos créditos que contrajo dicho su difunto marido, recibió de la referida su madre y hermanos varias partidas, así de terrenos como muebles y maravedises; con los cuales y con las que sus hermanos e hijo Dn. Baltasar Rodríguez de Losada, de esta vez en quien recayeron las herencias de aquellos, tiene dado a los demás hijos de la otorgante y hermanos de este último, no le queda la menor duda que se halla enteramente reintegrada, con exceso de sus lexítimas paterna y materna; Y para que en lo sucesivo no se formen pleytos ni discordias entre sus hijos, contra el Dn. Baltasar por la referida razón, ni por esto pueda haber reclamación alguna, por el tenor de la presente y en aquella vía y forma que más firme sea y haya lugar en derecho, otorga que desde hoy en adelante para siempre jamás, se aparta y aparta a sus herederos de qualesquiera reclamación que sobre las expresadas herencias, y lexítima paterna y materna podían hacer, respecto que como deja dicho se halla reintegrada con exceso, en la forma que deja referida anteriormente y a mayor abundamiento le da al nominado Dn. Baltasar Rodríguez de Losada el correspondiente recibo y carta de pago en forma. Y declara que en esta escritura no hay dolo, fraude ni engaño, y si alguno hubiere, usando la otorgante de las facultades que el derecho le permite, le hace al susodicho graciosa  donación  y cesión pura, mera, perfecta e irrevocable, que el derecho llama inter vivos  del quinto y tercio de sus bienes, según y en forma que de ellos puede disponer; y se obliga con su persona y bienes muebles y raíces, habidos y por haber, a no reclamar cosa alguna sobre el particular, ni ella, ni sus hijos ni herederos...

lunes, 2 de noviembre de 2015

3.- MANUEL ÁLVAREZ DE LOSADA (tío de María)

       Es el verdadero causante de la boda de María Alvarez de Losada de Castroquilame y Thomás Rodríguez de Losada de Iruela. Ya hemos dicho que María pierde a su padre siendo menor de edad. Es la única chica de cinco hermanos así que pasa grandes temporadas con su tío Manuel, hermano de su padre y cura párroco en Encinedo. Allí recibe una educación, su tío la enseña a leer y escribir y su criada Magdalena Núñez a coser, bordar y hacer las labores de una mujer de la época. Magdalena es una mujer muy vital y hace que María olvide la tristeza de perder a su padre, la amargura que envuelve a su madre y con este cambio de aires consigue que crezca alegre y feliz. El sacerdote tiene un buen nivel económico como lo demuestran sus disposiciones testamentarias, ha reunido múltiples posesiones “en Castroquilame y mas lugares de la jurisdicción de el Puente de Domingo Flórez; en Pombriego, Sotillo y Benuza” y también posee propiedades en Encinedo y que se reserva para él en la donación que hace a su sobrino D. Pedro Álvarez de Losada, hermano de María y también sacerdote. En una rectificación de su testamento dice lo que sigue:

Diecisiete de enero de 1784 
Rectificación a un  testamento anterior
“En el lugar de Encinedo a diez días del mes de enero de mil setecientos ochenta y cuatro años ante el escribano y testigos pareció Dn. Manuel Álvarez de Losada, cura rector de él y dijo: que por mi testimonio, y en los cinco de abril del año próximo pasado de mil setecientos ochenta y tres, otorgo su testamento; en el cual para sosiego de su alma tiene que añadir algunas declaraciones, y poniéndolo en ejecución, por via de codicilio, o como mas haia lugar en derecho ordena lo siguiente:
Que de las mil doscientas misas que en dicho testamento deja mandado que se digan por su alma; se digan quinientas en el convento de Cabeza de Alba, habiendo pronta disposición, para que con mayor comodidad y prontitud se digan todas ellas.
Y que sin embargo de las mandas hechas en el mencionado testamento a favor de su criada Magdalena Núñez, en atención a haber reconocido estarle en alguna mas obligación por los buenos servicios, que ha efectuado con el otorgante, le manda así mismo un cerdo de ceba en la disposición que se halle al fallecimiento de dicho señor = un tocino entero = dos untazas = una olla de manteca de cerdo de las que se suelen llenar en casa = dos cobertores de lana = dos sábanas = dos almohadas = un jergón = una manta de lana = un cántaro de cobre = una fuente y media docena de platos de Talavera = una aceitera de lata = un arca nueva de las de la dispensa = Y otra arca sin cerradura de las que están en el cuarto de Pedro Mozo.
Todo lo cual manda se guarde, cumpla y efectúe, según aquí va ordenado, dejando en su fuerza y vigor el citado testamento en todo lo que no sea contrario a esto; Y por firme así lo otorgó ante mi dicho escribano siendo testigos Pascual Rodríguez, Santiago y Manuel de Liébana desta vecindad; doy fe conozco al otorgante que lo firmó y firmé = Dn. Manuel Álvarez de Losada = Ante mi:  Escribano: Lorenzo Varela.
Final de la rectificación con la firma de Manuel

       Los Rodríguez de Losada de Iruela vienen con frecuencia a Encinedo a abastecerse de lo que necesitan, a las ferias, etc. Mantienen una relación excelente con D. Manuel. Este les aprecia de verás y sabe que son buena gente, el título de hidalguía que ostentan también tiene su efecto. El padre de Thomás y el sacerdote acuerdan el matrimonio entre el hijo de uno y la sobrina del otro. Así en el año 1759 ya están casados y viviendo en Iruela. Como ya adelanté el la genealogía tienen seis hijos: Juan, Alonso, Marcelo, Miguel, Baltasar y Manuel.
           

viernes, 30 de octubre de 2015

2.- ÁNGEL ÁLVAREZ DE LOSADA (Tío de María)

      Es el segundo hijo de Juan Álvarez de Losada y María García, está citado en la fundación (1)de aniversario de sus abuelos Juan García y María Arias, detrás de su hermano José. Pero, José fallece y es Ángel quien disfruta del aniversario citado. Le ponían la condición de hacerse sacerdote de misa para disfrutar de él y lo consigue. Vive en compañía de sus padres en la casa que llaman de Outeyro. Hace testamento a favor de su sobrino Pedro Álvarez de Losada, hijo de su hermano Lorenzo (hermano por lo tanto de la abuela del Relojero) en este dice que ha sido presbítero en el lugar de Castroquilame y según un apunte hecho en el testamento muere el 14 de septiembre de 1771.
         Aunque se le cita en varios documentos a su nombre solo figuran una compra y el testamento que resumimos.
Compra a Pedro Termenón

Treinta de enero de  1.758
“……… Pedro Termenón vecino del lugar de Castroquilame dijo que vende y da en venta real por juro de heredad desde ahora para siempre jamás a Dn. Ángel Álvarez de Losada, presbítero, su convecino para el susodicho, sus herederos y sucesores y quien su derecho hubiere, es a saber una suerte de tierra en do llaman las Cortinas dos Chaos de Outeyro en precio de setenta y siete reales………”
Escribano: Pedro Lorenzo de Luna

Once de septiembre de 1771
                                         Testamento de Dn. Ángel Álvarez de Losada
“In Dei Nomine Amén; sepan quantos esta carta de testamento última y postrimera voluntad vieren como yo Dn. Ángel Álvarez de Losada, presbítero que he sido deste lugar de Castroquilame estando enfermo de enfermedad natural, que Dios Nuestro Señor fue servido darme, aunque en mi sano juicio y entendimiento natural, creyendo como firmemente creo en los misterios de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espiritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero y en todo lo más que cree y confiesa Nuestra Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana ………nombro por mi único heredero a Pedro Álvarez de Losada……… no firmó por la gravedad y achaque y a su ruego lo hizo el dicho párroco Dn. Francisco Rodríguez Yebra = Ante mi Juan Ignacio de Prada =
Escribano: Juan Ignacio de Prada y Quiroga

(1)Aniversario fundado por Juan García y María Arias.
Veintiocho de marzo de 1.700
“En el lugar de Castroquilame a veinte y ocho días del mes de marzo y año 1700. Ante mí escribano público y testigos, parecieron presentes Juan García y María Arias, su mujer, vecinos deste dicho lugar con licencia expresa, consentimiento que antes de todas las cosas la susodicha pidió y demandó al dicho su marido, para junto con él jurar y otorgar esta escritura de fundación de aniversario y lo que abajo irán declarando...
...fundar un aniversario perpetuo de ciertas misas que se han de decir en la iglesia parroquial  deste dicho lugar de Castroquilame: Son fundadas sobre ciertos bienes raíces que abajo irán declarados, las cuales dichas misas son dos rezadas en cada un año, perpetuamente y para siempre jamás. Las dichas dos misas se han de decir la una el día del Ángel de la Guarda o su octava y la otra el día de San Antonio de Padua o su octava y se han de decir por nuestra intención y la de nuestros antepasados...
...José Álvarez y García, nuestro nieto, hijo de Juan Álvarez y María García, su mujer e hija de los otorgantes y en defecto de no ser sacerdote de misa, suceda en este aniversario Ángel Álvarez y García, su hermano, que se ha de hacer sacerdote de misa con la misma carga de las dos misas rezadas en cada año y en defecto destos llamados que no fuesen sacerdotes de misa, quieren y es su voluntad, que suceda en este aniversario el primer hijo que tuviere Ángela García, hija de los otorgantes y si no hubiese hijos, suceda en este aniversario y bienes el primer hijo varón que tuviere Dominga García, nuestra hija, siendo sacerdote de misa así uno como el otro. 
 En el documento se especifican una casa, una bodega y 15 fincas.
         Con estos documentos pretendo mostrar el entorno de la abuela de José. El pueblo de Castroquilame siempre ha sido un pueblecito pequeño, donde las propiedades están muy divididas y son minúsculas, un autentico minifundio. Las ochenta familias que como máximo han llegado a vivir en él, lo hacían de forma humilde y seguramente sin cubrir muchas necesidades básicas. Los hecho que nos describen estos documentos ocurren en el siglo XVIII.  En esta época las edificaciones eran de piedra y muy toscas, los pisos de madera, los tejados de pizarra en forma de grandes lastras o lajas soportadas por armazones de madera. Los bajos se dedicaban a bodega y cuadras, en las que se alojaban algunos cerdos, unas pocas cabras y ovejas, alguna vaca o buey, conejos, gallinas, un asno... La primera planta tenía una cocina baja, que consistía en unas piedras colocadas sobre el piso y sobre las que se hacía el fuego, el humo salía por algún pequeño ventanuco o por entre las pizarras; aquí se cocinaba y se comía sentados en el escaño alrededor del fuego o en una pequeña mesa cercana. Por el resto de la planta se distribuían las habitaciones o leitos, en las que estaban las camas o simplemente los colchones de paja, hojas de las mazorcas del maíz o de lana. 
              La casa de los Álvarez de Losada era un conjunto de construcciones en las que había varias casas ocupadas por la familia, corral al que se accedía por un portalón con arco, cuadras, pajares, bodega, lagar, etc. Es posible que las condiciones de habitabilidad fueran similares al entorno, aunque las mayores posibilidades y la presencia de sacerdotes pudieran mejorar estas.  Por otra parte es frecuente encontrar documentos en los que se reconoce haber recibido prestamos de miembros de la citada casa. Y otra característica es el gran número de compras de todo tipo de fincas realizadas por estos.
               La madre de María era Francisca López Lastra, sobrina del escribano Antonio López Lastra, que eran naturales de Villalbolle (Grandas de Salime), en Asturias. Había aportado al matrimonio como dote trescientos ducados de vellón, que en aquella época suponían una bonita cantidad como veremos a continuación.

1 ducado
1,1 escudos
11 reales
1 duro de plata
2  escudos
20 reales
1 real

34 maravedíes
1 peseta de plata

4 reales
300 ducados equivalen a 3.300 reales

        Antonio López Lastra era el escribano de la zona y conocedor de la vida y milagros de de toda la gente, por lo que es de suponer que no consentiría una boda de su sobrina con un cualquiera y sobre todo con la dote que aportaba.

miércoles, 28 de octubre de 2015

1.- GENEALOGÍA

            Para reforzar algunas afirmaciones y hacerlas creíbles, comienzo mostrando la genealogía de José Rodríguez de Losada. Esta la he obtenido en parte por documentos que poseo y en parte por documentos existentes en archivos históricos (Real Chancillería o Archivo Histórico Nacional).
        Como se ve aparece Castroquilame como origen de la abuela de José, se llamaba María Álvarez de Losada. Hasta ahora nadie ha aportado este dato aunque aparece en documentos que se citan por Luis Alonso Luengo (El reloj de la Puerta del Sol) o Roberto Moreno ( José Rodríguez de Losada. Vida y obra).
        Luengo cita en las pgs. 30 y 31 el expediente 8, año 1802 del Archivo de la Real Chancilleria de Valladolid, Sala de Hijosdalgos, Legajo 1.245-3. Moreno también cita este expediente.
Se trata de una reclamación de hidalguía que hace Marcelo, hermano de Miguel el padre del Relojero. Está casado con  Petra Magdaleno y vive en Cerecinos de Barrios ahora Cerecinos de Campos. La reclamación es debida a que a pesar de que "su padre, abuelo y demás ascendientes, vecinos que fueron del lugar de Iruela y Quintanilla de Losada, siempre habían sido tenidos como hidalgos notorios de sangre, en cuya y quieta y pacífica posesión estuvieron sin contradicción alguna sin pechar ni contribuir con pechos y derramas con que lo hacen los hombres buenos habiendo figurado siempre en las listas nóminas y padrones del Estado Noble y guardándoseles las demás exenciones, franquicias y libertades, que como tales les corresponde en los pueblos donde han vivido y morado; y no obstante ser ello público y notorio el Concejo y vecinos de Cerecinos, dudan de su calidad y nobleza y le reparten cargas que no deben sufrir por ser propias del Estado General de Hombres Buenos".por ello solicita ejecutoria de nobleza e hidalguía a la Real Chancillería. Tal carta ejecutoria le fue concedida a D. Marcelo Rodríguez de Losada.
      La reclamación hace primero una copia de documentos donde figura la calidad de hidalguía de los padres y abuelos de Marcelo:

Año de 1722. Benito Rodríguez de Losada,
                      hidalgo está casado con Teresa Blanco.

Año de 1759. Thomás Rodríguez de Losada,
                      hidalgo, hijo de los anteriores, está
                      casado con  María Álvarez de Losada.

Año de 1789. Alonso, Marcelo, Miguel, Baltasar y
                      Manuel Rodríguez de Losada, hidalgos
                     e hijos de Thomás y  María.

         En la página 1 del citado expediente, refiriéndose a Alonso, Marcelo, Miguel, Baltasar   Manuel dice:
“… hijos legítimos de Dn. Thomás Rodríguez de Losada y Dña. María Álvarez de Losada, nietos con la misma legitimidad de Dn. Benito Rodríguez de Losada y Dña. Teresa Blanco, vecinos que fueron del referido lugar de Iruela y Quintanilla. Digo que mi parte de libre padre, abuelo y demás ascendientes es y han sido hijosdalgo notorios de sangre, en cuia quieta y pacífica posesión han estado y estuvieron sin contradicción alguna, ni pechar, ni contribuir con los pechos y derramas con que lo hacen los hombres buenos del estado y antes bien los han distinguido sentándoles en las listas, nominas y padrones del estado noble…”
         Posteriormente en la página 27 recogemos:
“…hijos legítimos de Dn. Thomás Rodríguez y Dña. María Álvarez, vecinos del lugar de Iruela de donde es natural el dicho Thomás y la Dña María lo es del lugar de Castroquilame, abadía de Villafranca del Bierzo…”
         Así que ya tenemos relacionados a los Rodríguez de Losada de Iruela con Castroquilame.  La relación  viene dada por el matrimonio de María Álvarez de Losada, hija de Lorenzo Álvarez de Losada y Francisca López Lastra.  Lorenzo muere joven, y sus hijos menores son tutorados por sus hermanos sacerdotes Ángel y Manuel.  Manuel ejerce su ministerio en del pueblo de Encinedo, cercano a Iruela. María pasa largas temporadas con su tío y así conoce al que será su marido. Posteriormente se casa también Manuel, hermano de María con una hermana de Thomás.
        Lorenzo ha muerto en el año 1752 y como tiene hijos menores de edad se hace un inventario de sus vienes como es preceptivo.
Trece de marzo de 1.752
Inventario de los bienes de D. Lorenzo  Álvarez de Losada
“En el dicho lugar de Castroquilame, a los once días del mes de marzo de mil setecientos cincuenta y dos; su merced D. Roque Álvarez Trincado, juez ordinario de esta jurisdicción y mí el escribano, los referidos Gerónimo Álvarez de Losada y Manuel Fernández declararon por bienes del expresado Lorenzo Álvarez de Losada los siguientes =...


       Diez años más tarde y con sus hijos ya mayores de edad se hace el reparto de sus bienes y aquí ya aparece María acompañada de su marido Thomás Rodríguez de Losada

Seis de mayo de 1.762
Hijuelas. Reparto de los bienes de Lorenzo Álvarez de Losada
En el lugar de Castroquilame a seis días del mes de mayo de mil setecientos y sesenta y dos años, habiéndose juntado Thomás Rodríguez de Losada como marido y conjunta persona de María Álvarez de Losada, Manuel Álvarez de Losada, Dn. Pedro Álvarez de Losada, Juan Álvarez de Losada y José Álvarez de Losada todos hermanos e hijos legítimos, y de legítimo matrimonio de Lorenzo Álvarez de Losada y de Francisca López Lastra y Dn. Ángel  Álvarez como tutor y curador de los dichos hermanos para el fin de partir y dividir entre los dichos hermanos la herencia que quedó de dicho su padre de bienes muebles y raíces = ...

         En próximas entradas veremos datos de Juan y de Baltasar Rodríguez de Losada, tíos de José y también de Ángel, Manuel  y José Alvarez de Losada, hermanos de su abuela. Dichos datos están todos avalados por documentos ya sea en archivos históricos o particulares.

Documento historico citado
Documentación existente en el archivo que se cita de Marcelo Rodríguez de Losada, casado en Cerecinos de los Barrios, actual Cerecinos  de Campos, hermano de Miguel Rodríguez de Losada, padre del Relojero Losada
RESUMEN:
Título de la unidad: "Pleito de Marcelo Rodríguez Losada, vecino de Cerecinos de Campos (Zamora)"
Archivo: Archivo de la Real Chancillería de Valladolid
Signatura: SALA DE HIJOSDALGO, CAJA 1245,8