Las relaciones de Losada con la Marina Española fueron al
más alto nivel. Muestra de ello son las cartas existentes en el Archivo del
Observatorio de San Fernando. Losada mantiene correspondencia con el Ministro
de Marina y con el Director del Observatorio.
La Marina compraba los
cronómetros a French, pero al parecer en 1850 varios Comandantes de Navío
presentan quejas relativas a las grandes irregularidades de estos, hasta el
punto de que los consideran inútiles. Al parecer la casa French en estos momentos esta teniendo problemas
monetarios que repercuten en sus fabricados.
Así las cosas encargan
a la Comisión de Marina existente en Londres la búsqueda de un nuevo
constructor de cronómetros y como resultado se esta el nuevo constructor y
proveedor será J. R. Losada.
Losada acude a Madrid
al Ministerio de Marina en 1857 para gestionar el envío de cronómetros a la
Armada española. Existe un presupuesto de 100.000 reales por los que el
Director del Observatorio piensa que le sean suministrados 20 piezas, le envía
24 cronómetros: 20 de 8 días de cuerda y 4 de 2 días de cuerda.
En 1858 y 1859 Losada
regala al Observatorio de San Fernando varias piezas, a saber: un péndulo
astronómico grande con caja, otro péndulo más pequeño sin caja, un reloj de
torre, un horno de calor y otro de frío para verificar los cronómetros a
diferentes temperaturas y un cronómetro especial para observaciones
astronómicas al oído.
Al mismo tiempo Losada
escribe:
“Yo supongo que el observatorio del Retiro también
necesitará, en cuyo caso yo también me acordaré de él, pues deseo que mientras
pueda se provean de lo necesario y sin que sea jactancia por mi parte me puedo
atrever a que tengan tan bueno como cualquier observatorio del mundo”
A esto le contesta el
Ministro por carta fechada el 1 de abril de 1859:
“Por una comunicación del Capitán General de la Armada, se ha impuesto
la Reina, q.D.g. con el mayor agrado del espontáneo i gratuito donativo de dos
péndulos, un reloj de torre y dos hornos para aclimatar cronómetros hecho por V con destino al
servicio de la Marina Militar. S. M. Ha dispuesto que se utilice de dichos
objetos el Observatorio de S. Fernando i se complace en ver enriquecida la
colección de instrumentos de aquel instituto con productos debidos a la
inteligencia y laboriosidad de un súbdito español que como V ha logrado
alcanzar tan alto lugar y merecido crédito entre los artistas mecánicos de la
Gran Bretaña que son justamente estimados como los primeros del mundo por la
perfección de sus obras. En nombre de su S. M. i de su R. O. doy a V las más
expresivas gracias por tan relevante muestra de patriotismo”.
Retrato del Marqués de Nervión Francisco Armero Peñaranda
en el Museo Naval de la Torre del Oro. Ministro de Marina
El 3 de mayo de este
mismo año es el Director del Observatorio el que escribe a Losada:
“La Marina desea dar a
V una prueba del aprecio que le merecen sus talentos artísticos y hacer ver el
gusto con el que ve a un artista español distinguirse en ese país en el que hay
tantos hombres distinguidos. Tengo encargo especial de tratar con Vm sobre este
punto, y en tal concepto , le ruego me diga con entera franqueza, en la misma
confianza como pudiera hablar con su hermano, cuales son sus deseos; que
mención honorífica satisfaría a Vm. Para que le sirva de norma en su respuesta,
le digo que el Gobierno desea dar a Vm una cosa que le complazca y satisfaga;
pero antes de proceder quiere saber el deseo de Vm.”
“Aun hay más: Se vería
con mucho gusto que Vm tomara la
determinación de venirse a España y que el país tuviera la satisfacción de ver
un taller de relojería organizado por uno de sus hijos, dígame Vm francamente, que
sueldo, que subvención, que auxilios quiere Vm que el Gobierno le de para
esto”.
“Yo creo que al
establecerse Vm en España, en Cádiz por ejemplo, sus intereses no menguarían:
Naturalmente de sus talleres de Vm saldrían relojes para toda la península y
para nuestras colonias, surtiría Vm de cronómetros a nuestra Marina militar y a
la mercante que es numerosa, y si a esto se une el sueldo o subvención que el
Gobierno le asigne y la satisfacción de verse honrado y distinguido de sus
compatriotas, creo que todo es bastante para que piense Vm seriamente el
asunto”.
La contestación de Losada
con fecha 26 de mayo de 1859:
“Lo que V llama obsequio, no
es así, sino que he querido dar viva prueba a nuestra ilustre Marina de mi
agradecimiento, de lo que debo a ella y a sus principales Gefes que me ha
favorecido hasta de lejanas tierras, y si obsequio se pude llamar ha sido a mi
por haber aceptado y colocado en los establecimientos cosas tan insignificantes
como he mandado y pienso mandar para que esta tenga recuerdos de un Español a
quien las convulsiones políticas de su patria arrojó a buscar un asilo en el
extranjero. En todo lo dicho no he tenido ningún otro motivo y siendo así, como
se lo aseguro, no me es posible contestar a lo que me pregunta en su grata más
que con una negativa positiva, pues de otro modo parecería una especulación,
dando al mismo tiempo mis más sinceras gracias a todos los que con tanta bondad
se toman tanto interés por mi sin merecerlo”.
“El colmo de mi ambición se
llenaría el día que yo pudiera establecer una fábrica en grande en mi patria
por mas trabajo que esta me costase, puesto que para este fin he hecho
sacrificios por los cuales no estoy más adelantado de medios. El mayor premio,
sueldo, subvención o recompensa que nadie podría darme sería la Gloria de ser
el primero en establecer una industria que produjese a mi patria muchos
millones de pesos y que hiciera de la provincia más pobre una de las más ricas
en pocos años”.
“ Este amigo mío, sería el
premio a que se han dedicado mis ambiciones y repito que mis esperanzas de
pocas semanas están frustradas por verme muy lejos de los medios que pudieran
realizarlas pues necesitan fortunas mucho más grandes para llevarlas a cabo,
sería de muy poca importancia que yo me fuese a España con 6, 8, 10 o 20
oficiales pues pues esto no conduciría a nada sino a un mal éxito abortado
antes de nacer”
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